lunes, 21 de noviembre de 2016

La suerte de los tréboles, pero la sonrisa









Ñato, ¿de donde vienen los tréboles? Me pregunto y te pregunto, luego, nos preguntamos y no sabemos. Vos decís que son semillas que viajan por el aire, imperceptibles al ojo humano, vos decís eso por que recuerdas haberlo escuchado en alguna clase, che. Y a mi que me parece algo tan loco eso; Por qué si fuese así, ñato, ya tendríamos tréboles en los pulmones y vos decís que si, que probablemente los tengamos y pucha, ñato. Donde está la suerte entonces, sí tenemos tréboles en las tripas por qué carajos parece que todos los días me caigo en los charcos o me muerden los perros o peor, me enamoro de un sueño. Ñato, chato ojeroso y sonso, para colmo. Pero sabés, la chica de al lado probablemente tenga la suerte, la mía suerte, la que me falta. Fijáte que el otro día la escuche respirar muy cerquita de mi y me dio la impresion de que su nariz seleccionaba el aire, lo categorizaba y ordenaba de manera que solo respiraba ciertos aires y por lo tanto, ciertas semillas trébolianas suertudas. Che, ella tiene suerte por que se le ve la sonrisa every day, una sonrisa que va de side to side, wide open. A lo mejor es como vos decís y ella misma pega la cuarta hoja en cada trébol, che, a la mera y tu tienes la razón, a la mera y ella se crea su suerte y escribe en esa cuarta hoja lo que quiere que le pase y sonríe aunque no pase y a los trébolitos en su pancita les crece la cuarta hoja sin intervención jardinera. Probablemente sea eso ñato, o no. Pero pucha, ñato, que sonrisa, cuando la veo, parece que las cuartas hojas me crecen a mi, como si fuera un trébol gigante, así grande y suertudo, muy suertudo ñato, cuando la veo, ñato.



-The Weird Bird

martes, 15 de noviembre de 2016



Me gustaba mucho ella, Sofi. Ya te he dicho que hay días en que la recuerdo más. Tu lo sabes, canciones y paisajes y sensaciones. Momentos que parecen Deja vú, pero sin ella, pero incompletos. “Are you there” de Anathema, recuerdas cuando te comenté que en su momento lloraba con esa canción y le preguntaba a las ventanas y a las flores y a las nubes y a los aviones, donde está, les preguntaba. Como si ellos fuesen a saber algo ¿verdad Sofi?. Solo digo que si la lluvia lo sigue volviendo todo blando y me sigue diciendo Shhhh en el oido o algo que suena como Shhhh me voy a tener que tapar los oídos y los ojos y los todo para no recordarla. Hoy por la mañana Sofi, y con esto te digo todo, venia caminando bajo el cielo plateado y con el frío dándome besitos en el cuello y en la nariz y de golpe que me acuerdo. Por qué no hace falta mucho para morir un poquito, Sofi y tu lo sabes, vos lo sabés como le diría al ñato. Sofi, tengo muchas preguntas y siempre termino haciendo afirmaciones de las que yo mismo dudo cuando te hablo, cuando te escribo Sofi, cuando me escuchas en silencio. ¿Será que estoy perdido en alguna clase de mundo paralelo que me absorbió por medio del eclipse que hubo en el año en que nací? Sofi, mándame a dormir. A veces hablo demasiado cuando por las mañanas, tu sabes, estoy despierto. Pero es que you know que tengo tantas cosas aquí en el pueblo que vive en la corteza de mi cerebro. Pero ella Sofi, ya lo sé, ella está bien y más que bien y mejor y all right y fine y very good, thank you. Pero la miss her. Pero la leave her alone… Finally I guess.



-The Weird Bird

domingo, 13 de noviembre de 2016

Caracoles sobre los autos, Sofi.





Y luego, lo que le pasó a mi café, no me hagas contarte lo que le pasó a mi café, Sofi. Mejor déjame contarte sobre anoche, cuando miraba las estrellas y escuchaba a Chet Baker, a ti también te gusta. Deberías escuchar “Almost blue” en una noche lluviosa. Total, llovía mucho, Sofi, mucho que estaba lloviendo anoche y me caía encima el dulce de noche y me escurría hasta las mangas de la chamarra. Pero tu lo sabes, no es solo la lluvia, cuando se trata de la lluvia ¿Verdad? Y llovía tanto y por tanto tiempo que yo pensaba nunca dejaría de llover y eso me daba un poco de miedo ¿sabes? Tenía miedo que el mundo se pusiera blando o que todo se llenara de lama o caracoles y crustáceos y corales. Que crecieran algas en las ventanas y pasearan pulpos por las calles. A veces creo que mi mente está así, Sofi, mi mente está así. Por las lluvias, tu recuerdas que mi cabeza parece un Noir Film Detectivesco donde siempre llueve y la gente fuma y olvida problemas en los bares. Pero siempre llueve. ¿Recuerdas? Sofi, cuando me dijiste que teníamos que acostumbrarnos a disfrutar todas las desgracias y yo te dije que si y tu te reíste de mi por que a tus ojos me veía lindo e ingenuo. Si, soy ingenuo, a veces tengo fe en estas personas que inevitablemente se convertirán en arrecifes. Sofi, un abrazo tuyo no me caería mal. Sofi, llueve en Chicago y aquí en la prisión de mis costillas.

PD: Trae escafandras.






-The weird bird

sábado, 12 de noviembre de 2016

La improvisación de sus caderas


La miré, la vi pasar. Estaba radiante, ñato. Tu sabés que en tardes nubladas uno puede toparse con cosas que escapan recelosas de los días soleados, como yo y tu y ella, parece ser. Me le acerque, che, me le acerque como te había dicho que haría cuando la viera, cuando la mirara. En alguna tienda sonaba Charlie Parker y yo podría jurarte que ella no lo escuchaba, yo a penas escuchaba esa trompeta y ella estaba al otro lado de la calle, pero sus caderas ñato. Sus caderas se movían con la cadencia del jazz y aunque este era un jazz que sonaba en su cabeza, que se vaporizaba de su taconeo o que se hilaba, deshilaba del lento contonear de su vestido, coincidía con Parker. Ahora, espero que me creas ñato, espero que me creas boludo incrédulo, por que esto que te digo es la pura verdad, la “neta del planeta” como dicen ustedes, pucha que son ridículos.  Y este texto probablemente se llame “Su jazz” o “La improvisación de sus caderas” así suena mejor ¿verdad? De sus caderas y esas piernas ñato. Sax ebrio casi cayéndose de sus hombros y el cabello tocado como arpa por el viento. Arpa ñato, por qué a veces sucede que se brinca la barda del patio trasero, el arpa traviesa que vive en el Blues, para juguetear con la trompeta en Jazz house. Ñato, ya ves que me voy y me desvío del tema cuando hablamos de jazz, cuando hablo de jazz. Y si supiera su nombre te lo diría (y pienso para mi mismo que en realidad no te lo diría). Y tal vez lo sé. La que brincaba la barda del jardín. Senitos desnudos posados sobre el diván para poderlos dibujar, en mi libreta plasmar con total fidelidad a la imagen real de la irreal divinidad, ella, me deja sin respirar y ho y ha y ho. Se perdió de nuevo entre mis gentes y sus gentes y ya no la veo, así sucedió ñato, y Parker tocaba la ultima nota en su vieja trompeta. Y ella, ñato, a otro lado con su jazz.




-The Weird Bird

viernes, 11 de noviembre de 2016

Ojos asiáticos



Estaba pensando en qué contarte, amigo. Recordé como llovía, tu te acuerdas también, ¿no? Afuera de la plaza y los pies corriendo. Yo quería estar en casa, y veíamos el suelo encharcarse y me preguntaste que veía y te dije. Yo te lo dije. Frente a nosotros ñato, estaban unos labios asomándose bajo una palapa o lo que sea que fuese. Quería estar en casa che, y escribir sobre esos labios por que te juro que parecía que me miraban, me miraban esos labios. Ya sé que los labios no pueden mirar boludo, no hace falta que me lo digas. La callesita estaba llena a todo lo largo de tiendas de zapatos y gente blanda y escurriendo y gotas que se mataban desde altos cabellos de mujeres. Y ella, y los labios y mis ganas de irme a mi casa a escuchar jazz y leer y no hacer nada. Y como crees que sean sus ojos me preguntaste y te dije que sus ojos, los ojos que correspondían a esos labios debían ser rasgados color misterio. Probablemente negro intenso. Y luego como si fuese el regalo que la vida me tenía después de mangonearme con putas ironías, ella se asomó por debajo de la palangana y por unos segundos contemple su rostro a travez de la lluvia y a travez de la gente y a travez del saber que ese era el rostro de los labios que me miraban bajo la lluvia. Te acuerdas, tu no te diste cuenta y me preguntaste como sería su rostro y te dije Asiático, su rostro es asiático y mira con la tristeza mas bella que jamas vi. Empezó a escampar y no me quería ir, a pesar que ya no veía su rostro, esto no te lo dije, pero no me quería ir che. Me causó una adicción express, pero se rompió con mis malas costumbres literarias, por que se sentía mejor decir; nunca más volví a ver esos ojos, que decir que me quede hasta verla de nuevo. Y luego el sin sentido de querer verlos de nuevo y el ¿para qué? Y me dijiste ya nos vamos y yo camine bajo la lluvia, que comenzaba a desatarse de nuevo.


-The weird bird

jueves, 10 de noviembre de 2016

Nariz Respingada



¿Sabés lo que me dijo, che? Que vas a andar sabiendo, déjame te cuento. Ho y ha y ho, mientras prendía el cigarro. Ñato, sabes que fumo, mi madre sabe que fumo, probablemente el Papa no lo sepa con certeza pero también para el debe ser muy probable que yo fumo y bastante. Entonces, che, te contaba que dijo la Sofia. Ho y me molesta el humo y respingó la nariz aleteando con la mano como un pez nadando en círculos. Che, ñato, como haces tu para conseguir mujeres que incluso fuman contigo. La  Sofia es muy bonita, es bonita la condenada y tiene una cintura de esas que tu sabes y para que te cuento y ho ha ho. Pero che, no le gusta el humo de mis cigarros, y aveces pienso que no le gusta el humo de mis cigarros. Y no estoy repitiendo, estoy aclarando que bien podría pasar y decir ho alguien fuma y punto ñato, pero conmigo no, mi cigarro está muy cómodo posado en mis labios, relajado y dejando disolver y llega, adiós cigarro me dice y el cigarro sale volando al suelo. El otro día tuve la mala suerte de salir con la Sofia en un día lluvioso che, ya te imaginaras. Por qué a veces me veo terriblemente mal recogiendo el cigarrillo medio doblado y medio muerto del suelo, ni que decir de los charcos che. Pero la Sofia y su cadencia y su nariz respingadita y la piel y el ho ha ho y su ¿otro, Iván? Pucha ñato! Como no consentirla, a la Sofia y a sus vestidos. Que me apague los cigarros que quiera boludo, cajetillas hay en todas las tiendas, cáncer venden en todos lados, la Sofia solo es una y ni loco la pierdo, che, ni loco la pierdo.



-The Weird Bird

domingo, 6 de noviembre de 2016

Mucha gente que no entiendo, el sweather y ella dentro.






"Y era lo mismo, como soñar fotografías y ver solo ligeras variaciones de la que acabas de dejar de lado y la que estas poniendo ante tus ojos. Un día es una mujer gorda, otro día es un hombre abatido por que alguien con mas dinero se llevó a su "mademoiselle" y lo pongo entre comillas no por estar en otro idioma, si no más bien para que se dude de lo acertado del termino para con la mujer tal. Otro día podría ser alguien que yo conozca, Teresa por ejemplo, la que llegue a pedir tiempo aire y me diga como te trata la vida y yo le responda que podría estar mejor pero para que me quejo si quejarse no cambia nada y ella me diera el avión, como suele pasar. Luego viene la hora en la que fumo, cuando nadie puede interrumpirme y me pongo mis audífonos mientras me tiño los pulmones de un gris negroso, o un negro grisaseo. Y suena "I put a spell on you" Un clasico, o "My funny valentine" y una lagrima quiere estallar en la niña del ojo por que me imagino en un departamento con una mujer de sueter con cuello de tortuga, cabello negro y mas negro el sueter, botitas y ¿como se escribe sueter? y un debate sobre sueter o sweather con ella y probablemente ella gané pero ya cuando esté sobre mis piernas."




-The Weird Bird