jueves, 10 de noviembre de 2016

Nariz Respingada



¿Sabés lo que me dijo, che? Que vas a andar sabiendo, déjame te cuento. Ho y ha y ho, mientras prendía el cigarro. Ñato, sabes que fumo, mi madre sabe que fumo, probablemente el Papa no lo sepa con certeza pero también para el debe ser muy probable que yo fumo y bastante. Entonces, che, te contaba que dijo la Sofia. Ho y me molesta el humo y respingó la nariz aleteando con la mano como un pez nadando en círculos. Che, ñato, como haces tu para conseguir mujeres que incluso fuman contigo. La  Sofia es muy bonita, es bonita la condenada y tiene una cintura de esas que tu sabes y para que te cuento y ho ha ho. Pero che, no le gusta el humo de mis cigarros, y aveces pienso que no le gusta el humo de mis cigarros. Y no estoy repitiendo, estoy aclarando que bien podría pasar y decir ho alguien fuma y punto ñato, pero conmigo no, mi cigarro está muy cómodo posado en mis labios, relajado y dejando disolver y llega, adiós cigarro me dice y el cigarro sale volando al suelo. El otro día tuve la mala suerte de salir con la Sofia en un día lluvioso che, ya te imaginaras. Por qué a veces me veo terriblemente mal recogiendo el cigarrillo medio doblado y medio muerto del suelo, ni que decir de los charcos che. Pero la Sofia y su cadencia y su nariz respingadita y la piel y el ho ha ho y su ¿otro, Iván? Pucha ñato! Como no consentirla, a la Sofia y a sus vestidos. Que me apague los cigarros que quiera boludo, cajetillas hay en todas las tiendas, cáncer venden en todos lados, la Sofia solo es una y ni loco la pierdo, che, ni loco la pierdo.



-The Weird Bird

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