martes, 15 de noviembre de 2016



Me gustaba mucho ella, Sofi. Ya te he dicho que hay días en que la recuerdo más. Tu lo sabes, canciones y paisajes y sensaciones. Momentos que parecen Deja vú, pero sin ella, pero incompletos. “Are you there” de Anathema, recuerdas cuando te comenté que en su momento lloraba con esa canción y le preguntaba a las ventanas y a las flores y a las nubes y a los aviones, donde está, les preguntaba. Como si ellos fuesen a saber algo ¿verdad Sofi?. Solo digo que si la lluvia lo sigue volviendo todo blando y me sigue diciendo Shhhh en el oido o algo que suena como Shhhh me voy a tener que tapar los oídos y los ojos y los todo para no recordarla. Hoy por la mañana Sofi, y con esto te digo todo, venia caminando bajo el cielo plateado y con el frío dándome besitos en el cuello y en la nariz y de golpe que me acuerdo. Por qué no hace falta mucho para morir un poquito, Sofi y tu lo sabes, vos lo sabés como le diría al ñato. Sofi, tengo muchas preguntas y siempre termino haciendo afirmaciones de las que yo mismo dudo cuando te hablo, cuando te escribo Sofi, cuando me escuchas en silencio. ¿Será que estoy perdido en alguna clase de mundo paralelo que me absorbió por medio del eclipse que hubo en el año en que nací? Sofi, mándame a dormir. A veces hablo demasiado cuando por las mañanas, tu sabes, estoy despierto. Pero es que you know que tengo tantas cosas aquí en el pueblo que vive en la corteza de mi cerebro. Pero ella Sofi, ya lo sé, ella está bien y más que bien y mejor y all right y fine y very good, thank you. Pero la miss her. Pero la leave her alone… Finally I guess.



-The Weird Bird

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